Wednesday, January 30, 2008

Mail man

- ¿Muerde? – preguntó el cartero.

Yo miré a mi perro y soñé con la respuesta ideal. “Sí, odia a los carteros”. Todos los perros odian a los carteros. Quizás no logran reprimir lo que todo ser humano mortal contiene.

- No muerdo, no – se adelantó mi perro.
- Pero… - no pude seguir, mi perro siguió hablando.
- Callate que estoy esperando mi muestra gratis de la nueva ración Pedigree con sabor a calamar… - dijo mientras ojeaba las cartas-. Mierda, son todas para vos. Me voy a mear.

Mi perro no es uno de esos.

Tuesday, January 29, 2008

Superabundancia ideológica…

Hoy me levanté con serias intenciones de comprar agua. En mis veintidós días entre Bolivia y Perú era lo único que hacía rutinariamente cada mañana: buscar agua.

Mi primer día en Montevideo dejó una reflexión muy idealista en mi cabeza. Fui a hacer las compras al súper porque estaba solo en casa y quedé maravillado. La cantidad y variedad de productos que ofrecían las góndolas eran increíbles. Había de todo. Desde cera para autos color verde agua hasta mermelada de higo.

Me pregunté quién compraría tales cosas. ¿Por qué había tantas cosas a la venta en el súper? ¿Existiría un cliente para cada una de esas cosas? Me di cuenta de que hay demasiadas cosas innecesarias ofertándose. Y demasiadas personas dispuestas a comprarlas… o no. Una superabundancia de productos al pedo que pueden o no llegar a ser comprados por los consumidores…

Yo, por lo pronto, compré mi agua y me fui corriendo del súper sin pensar más en eso. Me estaba volviendo demasiado bolche…

Monday, January 28, 2008

Rayones de enero (1)


_“¿Por qué viaja?” La pregunta rebotó en mi cabeza. “¿Por qué viaja?”. Pude haber contestado que no tenía idea. Pude decir muchas cosas. Son casi las tres de la mañana… o las cuatro, no lo sé. “Machu picchu”, contesté finalmente. Mentía. Tomé la cedula y dormité en el barco.


_Bueno Aires. ¿A dónde ir? Yo sigo la corriente. Cada paso por la calle es una bocanada de aire caliente y podrido. Un buen almuerzo y caminar. Libros es lo que más nos llama. Un póster de Víctor Sueiro me mira fijamente en la librería. Tengo que salir de aquí.


_La noche rompe los anonimatos. Recuerdo una bocanada de habano. Un Vodka para José y una discusión con un brasilero sobre como encarar a una mina. Seguro que él sabía más. Me mira y me dice: “tú sabes hablar, yo soy superficial”. No supe que quiso decir, pero cierto es que él ganó más que yo.


_Mi libreta se vuelve borrosa. Subo al ómnibus después de una noche con extraños. Casi no recuerdo (gracias a mi memoria) el nombre de nadie y me da cosa pedir agua. Escondo mis ojos en mi gorro recién comprado gracias a un dato de Santi. Lo mejor es dormir.


_Los baños van involucionando. Las moscas se hacen compañeras. Las manos se me empiezan a curtir por el alcohol en gel. Después de 27 horas, milanesas de paradores de por medio, llegaremos a La quiaca.

Back in black

Otra vez frente a la misma pared. Después de muchos días sin verla, después de tantos kilómetros, de tantas horas, de tantas cosas… Todo me resulta extraño, pequeño, ajeno y simple.

Mi cuarto es chico. Mi mundo es nada. Mi rutina me resulta aburrida. Mi soledad aterradora.

En fin, todo vuelve a la normalidad…

Tuesday, January 8, 2008

Reflexiones sobre Buenos Aires

Sentirse vacío. Solo. Ser nada, absolutamente nada. Así me siento cada vez que voy a Buenos Aires: una ciudad que te deja en la nada, pero que te da todo.